Las soluciones de Monteleone para el mobiliario de baño destacan por su practicidad, armonización del espacio y estilo. Ideas contemporáneas en cuanto a forma y concepto dan vida a accesorios de baño innovadores, flexibles y sostenibles para el sector de la hostelería.
El espejo de doble cara que puede ver a continuación encarna a la perfección el estilo y la visión de Monteleone, una visión arraigada en el campo del mobiliario para la industria hotelera, que aporta un saber hacer consolidado a lo largo de los años y lo utiliza para desarrollar proyectos que rompen con las formas clásicas de pensar en el espacio y la tecnología. Una muestra de ello es el diámetro del espejo, de 400 milímetros de grosor, pero sin embargo ligero, en su estructura y en su integración visual con el contexto de la sala.
Tecnología punta: el interruptor táctil
Decíamos: practicidad. El espejo Monteleone de doble cara no sólo es sugerente en su diseño, sino también funcional, concebido para facilitar nuestros gestos cotidianos. La luz se controla mediante un interruptor táctil inteligente que, con un solo toque, activa el LED circular que rodea el espejo, una mezcla perfecta de funcionalidad y estética. Basta con un toque del dedo y la luz se activa en toda su sobria elegancia, haciendo que cada gesto sea sencillo y ahorrando movimientos.
Un punto en el que hay que detenerse es, pues, la selección de los materiales, realizada en una doble perspectiva de calidad y sostenibilidad: la elección recayó en materiales probados de larga duración, resistentes y medioambientalmente sostenibles. No es un compromiso, sino un punto de encuentro entre dos tensiones que han animado la identidad de Monteleone desde el primer día.
Cuidamos los detalles, todos los detalles, sin perder nunca de vista para quién lo hacemos: hoteles y residencias de lujo que hacen del confort y la elegancia su seña de identidad.
Nuestros espejos de doble cara también están diseñados para optimizar el espacio. En un solo accesorio se concentran múltiples funciones, compactas y de fácil acceso. La forma y la estética se entrelazan en los espejos hechos para integrarse en el contexto residencial, pero también para ser fácilmente transportados, trasladados, llevados de un lado a otro.
Del espacio a la forma: la circularidad del espejo es un elemento simbólico, una elección estilística útil para reafirmar nuestra pasión por las líneas suaves y el diseño funcional.
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